
Carta a mi mascota
Hola mi pedacito de cielo, mi corazón de pelos, mi más preciado tesoro, espero que estés revolcándote en esas gigantescas nubes que considero son de mil colores; deseo que imagines mi mano acariciándote. Desde aquí abajo, donde cualquier momento se hace horrible sin una presencia como la tuya, te escribe tu amiga, tu mami. Espero que, en primer lugar perdones cualquier enojo que tuve contigo aquellas veces en las cuales meabas cada espacio de la casa ja,ja,ja... tan pronto como veías u olfateabas una cobija, mueble, almohada nueva, justo allí llegabas a demostrar que el territorio era todo tuyo y que tu fuerza se evidenciaba en cada objeto que dañabas con tus dientecitos que crecían cada día sin dilación.
Te pido perdón a ti y todos tus amiguitos que estoy segura hacen equipo contigo para conversar acerca de nosotros (espero no todo sea malo), los pendejos humanos. Lamento mucho las veces que una persona o varias te trataban feo o incluso intentaban lanzarte una patada o poner un veneno. Estoy segura de que aunque algo así pasaba ese inmenso corazón estaba siempre dispuesto a volver la cara para amar intensamente sin esperar nada a cambio, demostrando de esa manera el verdadero significado del perdón.
No pienses que me he olvidado de ti, te contaré algo: cada noche, cada primer día, semana, mes y todo el tiempo en el cual me concentro en ti; no podía ni puedo evitar derramar lágrimas al sentir tu ausencia en mi cama, en la sala, justo ahí donde siempre solías recostar tu cabecita y luego al sentir mi mano lamías diciendo, mami te amo (lo sentía en cada mirada, beso, caricia...). Me costó y me ha costado demasiado asumir que mi amor por ti ha sido tan grande y tan único que aceptar la idea de no ver o sentir tu cuerpecito cerca del mío me ha destrozado en mil pedazos.
¡No, no quiero que estés triste!, es normal que eso pase porque un alma y ser como tú merece ser recordado y extrañado para siempre. He aprendido a imaginarte en muchos momentos, recuerdo cada cumpleaños y el corto tiempo que pasé a tu lado. Perdóname por no estar ahí cuando ese carro te arrebató la vida, perdóname por no haberte amado más. Me queda la alegría de saber que protegiste a tu hermanito y que él, en cada segundo me ha levantado la sonrisa.
Él también te extraña, más que yo creería. Tan pronto como te nombro mueve su cabecita de un lado a otro preguntándose cuándo volverás. Quiero contarte que ha llegado una nueva integrante a la familia y parece que se lleva muy bien con tu hermanito. Estoy muy feliz, ella necesitaba un hogar y sé que estás orgulloso de mí.
Mi bebé, terminaré mi carta diciendo que te amo más de lo que jamás he amado a alguien, que te extraño y que me duele tu ausencia. Que nunca dejaré de amarte y que espero con ansias el día en que pueda volver a verte.
Me encanta dormir porque en muchos de mis sueños apareces tú, allí, llenado de amor mi corazón aunque sea desde la ilusión. Portate bien y piensa en mí tanto como yo en ti.
Te amo, te extraño, te pienso y te llevo en mi alma y mi ser.
Te saluda, tu mami.
Autoría de @lavidaenfrasesylibros